COMUNIDAD DE BUENA NUEVA.RCCE

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lunes, 16 de mayo de 2011

Invitacion

  Hoy queremos contribuir con una pequeña reseña, de nuestra historia común, con el deseo de todos los aquí presentes podáis conocernos un poco mejor:
         Durante el mes de agosto de 1966, en la Universidad Católica de Duquesne. Un grupo de estudiantes y profesores se reúnen para la celebración de un congreso de los Cursillos de Cristiandad. A este congreso acuden Ralph Martin y Steve Clark quien acaba de leer el libro “La cruz y el puñal”, del pastor protestante D. Wilkerson. Se lee el libro y se estudian los pasajes de la Escritura referidos a la acción del Espíritu Santo.
         En enero de 1967 cuatro profesores de este grupo buscan tener la experiencia del Espíritu, leída en este libro y sobre todo en los Hechos de los Apóstoles. De todos es conocida la secuencia de Pentecostés. Para ello entran en contacto con una comunidad Pentecostal, recibiendo  la efusión del Espíritu Santo.
         Durante el fin de semana, del 17 al 19 de febrero de 1967, un pequeño grupo de estudiantes (entre los que estaban Patty Mansfield) junto con los profesores de la Univ. De Duquesne se reúne para orar y reflexionar sobre los primeros capítulos del libro de los Hechos de los Apóstoles. Durante el día del sábado  permanecieron en oración. Durante la noche se oró para que recibiesen la efusión del Espíritu y a lo largo de esa noche, cada uno se encontró con la persona del Espíritu Santo. Algunos oraban en lenguas extrañas, otros lloraron llenos de gozo. Esa noche, el Espíritu se manifestó de diversas maneras, de modo, que todos quedaron llenos de Él.
          Pasado este retiro, un profesor de la dicha Universidad, se reúne con un grupo de estudiantes de la Universidad de Notre Dame, en casa de los esposos Ranaghan y les trasmite su experiencia y lo sucedido en este retiro. El grupo le pide oración para recibir los dones del Espíritu y experimentar el amor de Dios en sus vidas, junto con la paz, el gozo y la fe. Sienten un gran deseo de ser testigos de Jesucristo, deseo que había nacido en sus corazones.
          En el mes de abril de ese mismo año tuvo lugar la primera asamblea de oración de la futura Renovación Carismática. Cuarenta personas, estudiantes, profesores y sacerdotes, se reunieron para orar, cantar y leer pasajes de la Escritura. Al orar por ellos con imposición de manos, recibieron la efusión del Espíritu Santo y se volvieron a repetir los efectos sorprendentes que el Espíritu había suscitado en las reuniones precedentes. Se originó, así, lo que poco después comenzó a llamarse Renovación Carismática Católica.

Hoy, queremos invitaros a descubrir en vuestro interior, en vuestros corazones la presencia del Espíritu Santo, porque Él actúa con fuerza y con poder, renovándonos a cada uno, de esta manera tan particular manan los carismas, con los que el Espíritu construye la comunidad. Cuando el Espíritu actúa los carismas afloran. Porque el Espíritu vive continuamente en nosotros, pero frecuentemente, por los obstáculos que le ponemos a diario, y por la poca atención que le prestamos porque no tenemos tiempo, está como dormido.

La Renovación Carismática es, ante todo y sobre todo, obra del Espíritu Santo. Es una corriente de gracia que tiene como centro vital el redescubrimiento de la persona del Espíritu Santo y de su acción en la vida de cada uno de los creyentes. De esta manera, hace presente y actualiza la experiencia del primer Pentecostés de la Iglesia. Se trata, pues de: Descubrir, por la presencia y la acción del Espíritu, a Jesús resucitado como único Salvador y Señor de nuestra vida, haciendo actuales las palabras de San Pablo <<Nadie puede decir Jesús es el Señor sino bajo la acción del Espíritu>> (1Cor 12,3).
       Vivir la experiencia del Espíritu y testimoniarla, dándola a conocer a  tantas personas con necesidad de afecto, de escucha, porque se sienten solos, sin que halla nadie que les hable de Jesús. El amor. La alegría. “la paz del Señor”. Tener un compromiso de vida. Un compromiso de amor y una obligación, la de vivir en la verdad. Vivir en la verdad significa relacionarnos con limpieza, sin suciedades. Transparentar lo que somos y lo que no somos, lo que tenemos y lo que no tenemos. Reconociendo que todo lo que tenemos viene de Dios.
Ser carismático, es vivir en la verdad, en humildad, es caminar en humildad como hizo María. Es haber recibido el espíritu, que trae consigo el redescubrimiento de la persona, que se reconoce en pobreza, lo que no impide juzgarse a si mismo con propósito de enmienda. No seremos auténticamente carismáticos si hacemos una cosa y decimos otra, la experiencia carismática no puede quedar únicamente en gozo y algarabía, en levantar las manos, en cantar. La experiencia carismática nos conduce a modificar nuestra forma de pensar y actuar, viviendo a Cristo en plenitud. Somos carismáticos porque el Espíritu Santo es el que impulsa nuestra vida.

        En su primera carta a los Corintios, Pablo dice que sin amor, todo su trabajo no tendría ningún valor. De manera que podemos estar trabajando y sirviendo al Señor, pero si no nos amamos unos a otros, no tenemos absolutamente nada, porque nos falta lo más importante, que es Dios mismo. Así pues, tenemos que amarnos para poder servir al Señor con eficacia.  
El termino carisma aparece sólo 17 veces en el nuevo testamento, de las cuales 16 las cita Pablo y una vez Pedro (1 Pedro 4, 10). Pablo lo utiliza para expresar las manifestaciones del Espíritu Santo en la Iglesia. Porque podemos decir que en la vida cristiana todo es don, todo es gracia, todo es carisma. Hoy queremos invitaros a tener un compromiso de amor. Si tenemos este compromiso podemos vencer toda clase de problemas porque como pueblo de Dios, hemos emprendido un camino que nos ha de conducir, irremediablemente, al encuentro de la verdad. La verdad como fruto de conversión que tú o yo, como hijos de Dios experimentamos en nuestro interior. Conocimiento profundo y revelador del amor de Dios, que me sirve a su vez para mostrar a otros la verdad de la que yo he sido testigo, en un primer momento, igual que le sucedió a Pablo, en su camino a Damasco, y que yo puedo ahora mostrar a otros. Porque el amor que nos une es paciente,   humilde y servicial.
          Ojala hoy, el Señor satisfaga vuestras necesidades, calme vuestra sed para que cada uno, cuando salga de aquí, pueda ser portador del agua de la vida y apague a su vez, la sed de tantas personas que están esperando que le salgamos al encuentro, al camino de sus vidas para darles de beber, igual que hizo la samaritana con Jesús, que sin hacer distinciones, sin mirar el pecado de la viuda le dice: dame de beber. (Juan 4, 7). “Si tú conocieras el don de Dios, si tú supieras quien es el que te pide de beber, tú misma me pedirías a mi y yo te daría, agua viva.
   Digámosle hoy al señor: señor, dame de esa agua, para que no sufra más sed.

sábado, 14 de mayo de 2011

QUIENES SOMOS



Somos un grupo de personas que cada semana, como una familia, comparten libremente sus necesidades. Gente sencilla que expresa en viva voz, -”si así lo desea” sus necesidades. Gente como tú a los que ha unido el afecto y que no se diferencian mucho pues a todos nos unen los lazos de la vida que tenemos en común.    

Cada semana, los jueves a las ocho, nos reunimos para compartir unos y otros nuestra necesidad de ser oídos y abrazados por Dios. Este es nuestro secreto, esta es la felicidad que hemos encontrado porque aún cuando sufrimos, aún cuando con nuestros defectos y nuestros problemas, en nuestro interior, hemos encontrado la paz y el consuelo, y una felicidad que únicamente Dios puede dar pero también, hemos descubierto, a través de nuestra relación con Él que somos más fuertes, más libres, pero nuestra fuerza radica en la debilidad de nuestro interior. Fuertes porque es Dios quien obra en nuestra vida, cercano, vivo, sanando nuestras heridas, oyéndonos.

     Deseamos compartir con vosotros y vuestras familias nuestro hogar. Venid a conocernos, descubriréis que es posible ser feliz porque nosotros lo somos, y mucho. Como todos, tenemos problemas, o en  un determinado momento nuestra existencia y nuestra capacidad para resistir el dolor ha sido puesta a prueba. A veces, algunos de nosotros también hemos vivido la soledad y la tristeza, o la perdida de un familiar muy querido, el abandono de un amigo y la desilusión de la traición, pero en todos y cada uno de estas situaciones, todo lo hemos soportado porque nos hemos sentido amados y protegidos por un amigo muy cercano, y un compañero leal y fiel.

     En definitiva, deseamos compartir con todos aquellos que tengan necesidad de vivir una vida plena y en libertad, sin perder su dignidad de hombre o su derecho a ser oído.  Porque todos, en nuestro interior, experimentamos un ardiente deseo de compartir, deseo de sentirse amado por otros, pues todos tenemos necesidad de encontrar la verdad y la paz interior y para que esto sea posible, es necesario que en esos determinados momentos, alguien nos escuche o nos aconseje.

     Hoy queremos invitar a todos aquellos que quieran acompañarnos, anhelamos compartir con cada uno, jóvenes y no tan jóvenes, nuestra vida, nuestras experiencias, compartir con quien lo necesite nuestro tiempo, compartir con quien lo necesite nuestro conocimiento de Dios porque como vosotros, hemos sufrido y conocido el dolor de vivir. Cuanto bien haríamos a todos los que necesitan de Dios y no se acercan a Él porque simplemente no le conocen, o porque no le han hablado de Él. Hoy te decimos, deja que Él te mire y tú, mírale a Él, únicamente Él te puede sanar de tu enfermedad. Únicamente Él tiene el poder de devolverte la vida.   Cuanto bien haríamos prestándote nuestras manos, nuestros pies, nuestras palabras y nuestras acciones, toda nuestra persona ya que este es el mejor ejemplo de  lo que queremos dar. Esta es la vida que queremos compartir contigo   

Si te abandonas a la desesperación, si te dejas cegar por el espejismo de una sociedad de consumo, apartándote de la verdadera alegría para engullirte en el placer pasajero. Si la indiferencia y la superficialidad te envuelven cada día, si frente al mal y el sufrimiento que te rodea dudas de la presencia de Dios y de su amor por ti y por cada uno de los que te rodean, si has buscado a la deriva en los afectos desordenados, si tu sed interior no ha sido calmada por un amor puro y verdadero yo te digo hoy, levántate, ven a saciar tu sed en la fuente de la vida. Porque en este momento Cristo se acerca a Ti  y te dice ! levántate! Jesús quiere dar sentido y plenitud a tu vida. Acepta la invitación que te pone en pie de nuevo, tú vales porque en ti puedo ver el rostro de Dios.     

        No tengas miedo, escucha lo que te digo, Jesús quiere hablarte a través de tu vida, de las alegrías y las penas que te acompañan, de las personas que están a tu lado porque en tu interior TÚ sientes sed de una verdad mayor, deseo de una la felicidad auténtica, ganas de vivir con originalidad. Si abres tu corazón y tu mente descubrirás en tu interior una fuerza nueva iluminando tu vida y la vida de quienes te rodean, este es el poder del amor que lo cambia todo. Descubrirás qué regalo tiene Dios para ti.

      No tengas miedo porque, Dios no se deja ganar en generosidad... Si le miras a Él que es la fuente de la que brota un manantial de amor quedarás saciado. Déjate trasformar por ÉL, tus  sentimientos y tus aptitudes, únicamente Él puede cambiar tu corazón, solamente Él puede transformarte para renovar toda tu vida.  Porque aquel que es capaz de experimentar en su corazón la vitalidad de un amor que no se comprende con la razón, pero si puede entenderse con el corazón. Vive.

                                                      Ven con nosotros...

Si te sientes solo, triste, avergonzado, despreciado. Si experimentas en tu interior una intensa necesidad de ser amado, de ser oído. Si crees que la vida no merece la pena ser vivida. Si a la primera desilusión tus sueños se han venido abajo, si te sientes desmoralizado, o traicionado...Si continuamente escuchas por boca de otros que no sirves para nada. Si aún no conoces la felicidad, si no has experimentado en tu corazón otra presencia que el odio, el dolor y la tristeza: si aún no conoces ¿qué es el perdón? porque nadie ha pasado por alto tus errores.
 Si en tu vida no has experimentado otra fuerza que la de violencia y las drogas, si buscas respuestas, si deseas conocer la verdad ó incluso, demostrar quién eres tú realmente, lo que tú verdaderamente vales. Si necesitas de esperanza, si deseas ser libre y experimentar la libertad siendo tú mismo, tal cual, YO te digo hoy: ven porque Jesús no defrauda y te he esperado y amado toda la eternidad, aún continúa esperándote porque tú le importas realmente. Cree en Jesús, merece la pena.
Ven con nosotros, ven a mi casa. Ven a conocerme. No soy tan diferente a ti. Como tú, porque lo he sufrido, he vivido con miedo, he tenido dudas pero no me he desanimado, sino que he luchado contra todo y contra todos, para sobrevivir un día más. Contigo, a ti que eres yo, yo que he sido tú. Contigo deseo compartir lo que soy y lo que tengo.  Hoy, sueño con compartir con todos aquellos que tengan necesidad en su vida de tener una existencia plena y en libertad, porque en definitiva todos, en nuestro interior experimentamos un ardiente deseo, todos tenemos necesidad de encontrar la verdad y la paz interior, necesitamos que alguien en determinados momentos nos escuche o aconseje, que alguien nos ame, porque hemos sido creados para amar y ser amados. Hoy queremos invitar a todos aquellos que quieran tomar parte en este tipo de vida, que quieran acompañarnos en la búsqueda de la verdad y la felicidad que hoy no conocen. Compartir contigo nuestros aciertos y nuestros errores porque no somos perfectos, QUE CONOZCAS la fuerza reparadora del amor. Porque Dios nos hizo para Él, nuestro corazón NO estará completo hasta que no descanse en ÉL. (SAN AGUSTIN).