LOS CARISMAS DEL ESPÍRITU PARA LA CONSTRUCCIÓN DE LA COMUNIDAD.
P.
Salvador Carrillo Alday, M.Sp.S.
En
una catequesis histórica, S.S. Pablo VI dijo: "La
necesidad de la Iglesia
supone una carencia imprescindible por parte del hombre; la necesidad de que el
prodigio de Pentecostés tenía que continuar en la Historia de la iglesia y
del mundo; y ello en la doble forma en la que el don del Espíritu Santo se
concede a los hombres: primero, para santificarlos (y esta es la forma
primaria e indispensable por la que el Hombre se convierte en objeto del amor
de Dios, gratum faciens, como dicen los teólogos), y,
después, para enriquecerlos con prerrogativas especiales que llamamos
carismas (gratis data), ordenados al bien del prójimo y especialmente de la
comunidad de los fieles" (16 de octubre
de 1974).
I. EL ESTADO DE GRACIA.
Pues
bien, cuando el Espíritu Santo toma posesión del creyente y lo convierte en su
Templo, el hombre queda instantáneamente justificado: la
acción de Dios lo invade; gracias a la confesión brotada del corazón se le
otorga el perdón de los pecados: y el alma queda elevada a un estado de
convivencia con la vida divina: (2 Pe.1,4, )que
llamamos "estado de gracia'', ''estado de filiación adoptiva",
estado de vida sobrenatural que vale más que la vida natural y al que de suyo
está asegurada la plenitud y la felicidad de la vida eterna.
II -LOS CARISMAS DEL ESPIRITU.
Pero,
además de hacerlo hijo de Dios, el Espíritu Santo, al venir al creyente, lo
hace un "miembro vital'' de un cuerpo: el
Cuerpo de Cristo que es la
Iglesia. "Así como nuestro cuerpo, en su unidad, posee
muchos miembros, y no desempeñan todos los miembros la misma función; así
también nosotros, siendo muchos, no formamos más que un solo cuerpo en Cristo,
siendo cada uno por su parte los unos miembros de los otros, pero teniendo
carismas diferentes, según la gracia que nos ha sido dada .,": (Rom.12,
4-6ª).
Esta
realidad es fundamental. Todos nosotros con Jesús formamos un solo cuerpo,
formado por la cabeza y por los miembros que desempeñan funciones específicas
diferentes, pero todas ordenadas al bien del cuerpo total. La cabeza es Cristo;
nosotros, sus diversos miembros. Y una sola alma: el Espíritu Santo que da vida
y mueve a todo el cuerpo Un solo Espíritu en Jesús y en cada uno de nosotros.
Ahora
bien, el Espíritu, alma de nuestro ser sobrenatural,
nos comunica, además de la vida divina, "gracias. Dones, carismas, funciones,
actividades", para poder cumplir nuestra misión de ser "tal miembro
en el cuerpo total de Cristo". Estos dones espirituales gratuitos,
que llamamos "carismas" no son directamente gracias en orden a la
santificación personal, sino que son''manifestaciones
del Espíritu para el provecho común: (I Cor.12, 7).
Los carismas no son, por tanto, sólo aptitudes o capacidades
naturales, sino dones que
el Espíritu Santo comunica o hace surgir en cada miembro del cuerpo de Cristo
para que cada uno sirva al cuerpo total.
III- DIVERSIDAD DE LOS CARISMAS.
Los carismas son innumerables; tan abundantes, como necesidades
tenga la comunidad para ser construida; son de variada importancia,
según sirvan más o menos a la edificación de la iglesia: y sobre todo son de
diferente naturaleza, según la función específica que tienen que desempeñar. San
Pablo animaba a los corintios a que aspiraran a los carismas del Espíritu
"¡Ambicionad los carismas su, superiores ¡d en pos de la caridad, pero
ambicionad también los dones espirituales!" ''Ya
que ambicionáis Los dones del Espíritu, procurad abundar en ellos para la
edificación de la asamblea'': (cfr. I Co 12,31: 14,1.12).
Unos
carismas manifiestan un carácter de gracia transitoria: por ejemplo, una
visión, una palabra profética, una luz de sabiduría, una iluminación de
conocimiento. Otros se muestran como carismas estables, como son los
"ministerios": por ejemplo, el ser apóstol, el carisma sacerdotal, la
diaconía de enseñanza.
Unos
carismas edifican la Iglesia
en una forma: por ejemplo, los carismas de exhortación y de asistencia; otros,
en otra: por ejemplo, los carismas de curación de milagros.
Unos
carismas miran a un estado de vida: por ejemplo, el matrimonio y la virginidad:
( l Co 7, 7): otros se ordenan a una actividad concreta en el cuerpo de Cristo:
por ejemplo, el presidir, el ejercer la misericordia: (Rm 12,8).
Sin embargo, lo que tienen de común es que, a más de ser una gracia
gratuita de Dios, todos realizan su función
en virtud de una moción positiva, actual, sobrenatural y transeunte del
Espíritu Santo.
Los
textos principales del Nuevo Testamento que tratan de los "dones del
Espíritu" o "dones espirituales" son los siguientes. ''A cada uno le es dada la manifestación del Espíritu
para la utilidad común. Porque a uno se le da, por el Espíritu, palabra de
sabiduría; a otro, palabra de ciencia, según el mismo Espíritu, a éste, fe, en
el mismo Espíritu: a aquél, carismas de curaciones, en el único Espíritu; a
otro, operaciones de milagros; a otro profecía; a otro discernimiento de
espíritus; a éste, diversidad de lenguas; a aquel, interpretación de lenguas. Pero
todas estas cosas las obra el único y mismo Espíritu distribuyéndolas en
particular, a cada uno, como quiere": (I Co 12, 7,1 1).
"Vosotros sois cuerpo de Cristo, y cada uno por su parte es
miembro. En la comunidad, Dios ha establecido a algunos, en primer lugar, como
apóstoles: en segundo lugar, como profetas; en tercer lugar, como maestros; luego,
el poder de los milagros: luego, el don de las curaciones, de asistencia, de
gobierno, diversidad de lenguas": (ICo 12,27,28).
"Pero, teniendo carismas diferentes, según la gracia que
nos ha sido dada. Si es el don de profecía, ejerzámoslo en la medida de nuestra
fe. Si es el ministerio, en el ministerio. La enseñanza, enseñando. La
exhortación, exhortando. El que da, con sencillez. El que preside, con
solicitud. El que ejerce la misericordia, con jovialidad
"(Rm 1 2,6_8).
"El mismo "dio" a unos el ser apóstoles; a otros,
profetas; a otros, evangelizadores; a otros, pastores y maestros; para el recto
ordenamiento de los santos en orden a las funciones del ministerio, para
edificación del Cuerpo de Cristo, hasta que lleguemos todos a la unidad de la
fe y del conocimiento pleno del Hijo de Dios, al estado de hombre perfecto, a
la madurez de la plenitud de Cristo": (Ef 4,11_13).
''Que cada cual ponga al servicio de los demás el carisma que ha
recibido, como buenos administradores de las diversas gracias de Dios. Si
alguno habla, sean palabras de Dios. Si alguno presta un servicio, hágalo en
virtud del poder recibido de Dios; para que Dios sea glorificado en todo por
JesuCristo, para quien es la gloria y el poder por los siglos de los siglos.
Amén'': (IP 4,10,11).
Ver
además los siguientes textos: ICo 3,5.10: 7,7, 13,1,3; 14,6; 2Co 6,3: 12,1,12;
Ti 1,5; ITi 1,12; Mc 16, 17;Hch 6,4; 11,27: 13,1: 20,28.
IV -¿SISTEMATIZACION DE LOS CARISMAS?
Una
sistematización rígida de los carismas sería inadecuada. Una imagen puede
iluminar el hecho. Así como entre los colores del arco iris. Unos son bien
definidos, pero todos resultan de la fusión de los colores firmes; de manera
semejante sucede en los carismas. Unos son precisos y pueden clasificarse bajo
un solo apartado; otros, en cambio, por razón de su riqueza, presentan notas
variadas que les permiten ser colocados en dos o más apartados. Además, hemos
dicho que los carismas son innumerables.
Por
todo esto, sin pretender en manera alguna hacer una clasificación exacta,
perfecta y completa de los carismas mencionados en los textos, -y sólo a manera
de ejemplo -he aquí un ensayo de agrupación.
l.
Carismas de ''apostolado'', "enseñanza", "gobierno".
Apóstoles:
lCo 12,28; Ef 4,11.
Profetas:
lCo 12,28; Ef 4,11.
Pastores:
Ef 4,]1; Hch 20,28. Maestros: ICo 12,28; Rm 12,7; Ef 4,11.
Evangelistas:
Ef 4,11; Hch 21,8.
Epíscopos,
presbíteros, diáconos: Hch 14,23; 15,2: 20,17.28; Flp 1,1; Tito 1,5.
Diaconías
diferentes: Hch 6,1-6; Rm 12,7; Ef 4,12; IP 4,11.
2. Carismas de conocimiento y de palabra.
Palabra
de profecía: ICo 12,10: Rm 12,6.
Palabra
de sabiduría: I Co 12,8.
Palabra
de conocimiento ( ciencia ): I Co 12,8.
Revelaciones:
lCo 14,26.
Penetración
de misterios: lCo 13,2.
Visiones:
Hch 2,17; 9,3,17.
Discernimiento:
I Co 12,10; 14,29.
Xenoglosia:
Hch 2,6.11: Mc 16,17.
Lenguas
( glosolalia ): I Co 12,10.29: Hch 10,46; 19,6.
Interpretación
de lenguas: lCo 12.10.30.
3. Carismas de servicio.
Funciones
administrativas: 1 Co 12.28.
Presidir:
Rm 12,8.
Asistencia
en las necesidades: lCo 12,28.
Exhortar:
Rm 12,8.
Obras
de misericordia: Rm 12,8.
Distribución
de los propios bienes: lCo 13,3.
Entrega
de la propia vida: lCo 13,3.
4. Carismas de poder.
Fe:
Hch 14,9; lCo 12,9.
Curaciones:
Mc 16,18; lCo 12,9.28.
Obras
de poder: Hch 4,30; lCo 12,10.28.
Exorcismos:
Mc 16,17.
5. Carismas de estado de vida.
Matrimonio:
l Co 7,7.
Celibato,
virginidad, soltería consagrada: lCo 7, 7.34.
REFLEXIONES
1. Ante el amplísimo panorama de los carismas, ''manifestaciones
del Espíritu para el provecho común" es preciso tomar conciencia de que
también nosotros, también yo, soy un miembro vital en el Cuerpo de Cristo, y
tengo en él una actividad y una función que desempeñar; y para ello el Espíritu
Santo me ha dado sus dones.
2. No todos los carismas que comunica el Espíritu han sido
mencionados en las listas precedentes. San Pablo nunca quiso ofrecer un
catálogo exhaustivo de las "manifestaciones del Espíritu". Cada época
de la historia, cada lugar del universo, cada circunstancia por las que
atraviesa la Iglesia,
requieren la manifestación del Espíritu y su acción poderosa y constructiva, y
El distribuye sus dones, funciones, actividades y ministerios de acuerdo a las
necesidades concretas de la historia de salvación.
3. Es necesario, por tanto, que yo descubra con claridad cuál o
cuáles son los "dones espirituales" que el Señor ha puesto en mi para
ayudar a la construcción de mi comunidad cristiana. Para eso necesito orar y
pedir la luz del Espíritu Santo.
4. Más aún, siguiendo el consejo de San Pablo, debo atreverme a
implorar del Espíritu Santo que me comunique sus carismas, los que El quiera y
tenga destinados para mi, con el fin de cumplir sobre la tierra mi papel de
edificación en el Cuerpo de Cristo.
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